Change Language

martes, 24 de septiembre de 2013

Mata Dragones

San Miguel Arcángel.
Ando escribiendo mi futuro, donde cada pisada es ahora con confianza. Los retos son complicados, las metas parecen distantes, y son tantas las evocaciones en las que alucino, donde mi porvenir es una burbuja dorada llena de todo lo que necesito, y ésta se puede reventar en cualquier momento; pero cuando pasa sólo mojo más mis ensoñaciones y creo más burbujas, que a veces se van volando hacia el cielo y se convierten en estrellas que lo adornan. Los caminos nuevos se han abierto a mi querido ser, que se llena de confusiones –aunque no todo el tiempo- , pero que está dispuesto a no olvidar sus nuevos objetivos. Todo parece distante porque en realidad lo está; ya el primer pie está puesto, entonces bailo en mis amarguras porque lucho en una tierra de gobernantes inestables, donde trato de no sofocarme con el peso de cosas que tienen un sentido político; aunque sí deberían importarme, pero es tan grande la bestia que ahoga. Aún así me visto en mis ropas de lucha; estoy dispuesto a hacer todo lo posible por combatir este dragón que tengo en frente, y mataré a los que vengan en un futuro, bañándome en su sangre espesa y llena de porvenir.


  El miedo me ataca como a un niño chiquito, a pesar de haber pasado por todo esto antes. Supongo que es natural sentirse abatido; aunque las técnicas para ocultarlo que he desarrollado me sorprenden. Y sin sonar mis palabras con un tono arrogante, cosa que a veces odio que pase porque me sale inconscientemente –sé que algunos piensan que soy un patán-, mi pecho se alza cuando veo cosas nuevas, luego me lleno de un suspiro que en ocasiones tengo que retener para no molestar a algunos individuos, o levantar preguntas innecesarias. 

  Mi sonrisa se da conocer, como pocas veces se ha visto antes. Conocimientos. Felicidad. Son palabras fuertes que llenan al ser humano, convirtiéndolo en un arma que dispara emociones. Éxito es el blanco en la pared. El fracaso no es ni siquiera un punto de vista bajo las nuevas circunstancias. Mis remos están listos para combatir aguas profundas y desconocidas: llevo mi espada que mata dragones y bestias marinas. Viene una ola grande que no puedo parar, porque soy sólo un muchacho, y ni Dios controla sus propias obras. Pero sobreviviré a las tormentas, porque morir y fallar ya no entrarán en mi vocabulario.

  Arte. La palabra que llena de nuevo mis perspectivas ante este nuevo mundo. Palabra que, aunque ya me hacía una idea de que se presentaría varias veces, me sorprende verla tan seguido últimamente. Las señales han estado puestas desde siempre y las he seguido hasta acá; siguen apareciendo, siguen guiando mi camino. Camino que estoy dispuesto a continuar con valentía e inteligencia. No más lágrimas saladas de confusión, y si vienen, pues que vengan y se vayan rápido. Nadie está listo para el mundo, pero creo que ya se acabó el tiempo de las improvisaciones.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario