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martes, 25 de marzo de 2014

Perdidos en un Laberinto





I

Esa cara tuya, redonda y blanca
me dedica sonrisas que no me dejan dormir.
Y no duermo entre tanta felicidad.

Luna, tráeme recuerdos de aquellas noches.

miércoles, 19 de marzo de 2014

La Devaluación de las Palabras



Nuestras almas están unidas a nuestra tierra, a nuestro país, fundidas en una sola masa de vida que nos rodea. Estamos en la sabana y playas; en los médanos y castillos. Somos cada rincón, cada ser, cada gramo de vida. Es por eso que nuestro país nos duele. Es por eso que sangramos y morimos con y por el…, o mejor dicho por ella, pues muchos pensamos que nuestra Venezuela es una hermosa mujer, vestida de orquídeas y bañada de cultura. Y si “Ella” sufre nosotros sufrimos; si ella muere morimos con ella; siendo del bando que seamos, rojos o tricolores, somos de la misma tierra y nuestras almas le pertenecen a Venezuela por siempre. Es nuestra vida y será nuestro cementerio, para bien o para mal.

sábado, 15 de marzo de 2014

Confesión




 “Las sombras de los árboles cubrían mi rostro manchado, en una penumbra aparentemente infinita para mis ojos. Un frío me arropaba sin compasión, pero yo me negaba a sentir los débiles hormigueos en mi piel que –como piel de gallina- mostraba mis vellos elevados como pilares. Nada era cien por ciento real para mí, sólo la presencia de su cadáver, y mi mirada que no dejaba de perderse en la herida que gorgoteaba el espeso líquido vital y caliente. Pero no mucho salía de ésta cuando llegué al bosque: las hojas manchadas en el suelo de tierra fueron un indicio perfecto para un cálculo de la cantidad de sangre perdida del cuerpo. Sí, Estaba muerto. Muerto como los cuerpos de las zarigüeyas  que solía ver en la carretera, cuando iba de viaje con mi hermano. Me preguntaba en ese instante si él también estaría muerto; asesinado y arrojado en una zanja de algún bosque lejano o cercano, o consumido por un cáncer mortal; o baleado por asaltantes. No volví a verlo ni a pensar en él hasta ese instante. Tomé un largo respiro y cerré los ojos, intentando analizar lo que estaba pasando, pero sólo logré que una frase invadiera mis pensamientos: “Lo he matado”.

viernes, 7 de marzo de 2014

La Mujer Que Antes Fuiste




Un oleaje violento cubre la costa de una tierra que merece aguas calmadas.
Olas rojizas.
Olas de lágrimas.

La vida era hermosa en tricolor
Con estrellas en un azul cielo que ahora oscurece,
Y se pierde en nubes de tormentas tropicales.

Llueve sangre.