Change Language

miércoles, 25 de febrero de 2015

Carta a mis bloqueos


 Esta noche he decidido hacer algo. Algo que hace tiempo ha picado mi mente con un alfiler y me tiene angustiado, y me separó de mis pensamientos cotidianos, mundanos, lejanos, esparcidos por la sucia tierra del lugar baldío de mi cerebro.

Me preparo para un ritual místico, casi religioso, donde yo interpreto a la deidad y de forma simultánea me convierto en el pecador que busca la salvación de su alma en lo invisible pero omnipresente. Esta noche seré tan egoísta que lo seré todo

(aunque sea a la vez nada).

Tomo el bolígrafo y siento su frío. Trato de admirar su oscuridad y mis ojos palpitan ante la infinidad de la tinta, ante el universo que me oculta. Y mientras la punta se desliza por el papel, no busco pretextos para engañarme de nuevo 

(como el tonto que siempre pretendo ser). 

Pues cuando pretendo ser aquello que por fin he descubierto que "soy", la esperanza transmuta en madre y dependo de ella. Esta me ayuda a buscar otras máscaras para poder disfrazarme. 

Consigo mirarme en el espejo e inicio una plática con mi reflejo, que a veces es desconocido por mí, y yo desconocido por él. Me cuenta historias tétricas orientadas a interrumpir mis sueños

(aquellos en los que estoy volando),
 y luego estrello mi cara contra el pavimento.

¡Pero esta noche es diferente! porque la soledad se ha fundido conmigo y ahora somos un mismo engendro. Traído del infierno. Desde el vientre del diablo. Al fin y al cabo somos maldad. No engañamos a nadie. Ni al viento, ni al amor; ni a la madre ni al padre 

(ni al hijo, ni al espíritu santo. Amén).

Nuestros cuerpos se descompondrán juntos y la soledad y yo seremos comida de gusanos, después de haber sido homúnculos de nuestra tinta. Y mientras no se acabe la sangre negra esta noche, me dignaré a cometer el pecado del cual siempre seré culpable. Dejaré atrás mi altruismo, junto con mis temores, en una maleta, y permitiré el control de la rabia sobre mi cuerpo. 

Esta noche, junto a mi fiel siamés la soledad, voy a escribir.




No hay comentarios:

Publicar un comentario