Entro en mi habitación vacía. No hay paredes blancas como en los manicomios. Hay espejos con un marco gris, muy poco lujosos, que deslumbran cuando abro la ventana polvorienta. En partículas se divide mi alma, como el polvo que sale de la cortina. En susurros me desahogo, cuando sé que mis gritos no serán escuchados jamás, ni por ti, ni por él, ni por los animales de la ciudad de concreto. Tengo ganas de fumar y no suelo fumar; tengo ganas de volar como un halcón, pero eres tú la que guarda mis alas.
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sábado, 14 de diciembre de 2013
Más Ebrio que El Ron
Entro en mi habitación vacía. No hay paredes blancas como en los manicomios. Hay espejos con un marco gris, muy poco lujosos, que deslumbran cuando abro la ventana polvorienta. En partículas se divide mi alma, como el polvo que sale de la cortina. En susurros me desahogo, cuando sé que mis gritos no serán escuchados jamás, ni por ti, ni por él, ni por los animales de la ciudad de concreto. Tengo ganas de fumar y no suelo fumar; tengo ganas de volar como un halcón, pero eres tú la que guarda mis alas.
miércoles, 11 de diciembre de 2013
El Soldado Médico (Segunda Parte: Cometa)
Gritos, gemidos, explosiones por doquier;
tantos sonidos se apoderaban del campo a la vez, causando confusión y
discordia. Miguel sólo se atrevía a mirar al soldado y su herida para
distraerse de lo que pasaba en el mundo; el costado donde había entrado la bala
gorgoteaba sangre velozmente, sus sentidos trataban de ignorar el caos para
concentrarse en la vida de aquel hombre moribundo. Porque a eso vino a este
mundo, sin importar que le cayese una bomba encima, sin importar que fuese un
hombre del otro bando, Miguel estaba decidido a cumplir su labor como ser
humano; no se rendía ante la pérdida de su humanidad tan fácilmente, como los
que iniciaron aquella guerra que parecía no tener final. Él aún tenía
apreciación por la vida, quizás no por la de él mismo, pero sí por la vida a su
alrededor.
miércoles, 20 de noviembre de 2013
Psico-riasis
Es frío lo que hace en
este cuarto; Cuando abro la puerta se escapa junto con mis depresiones. Con la
piel erizada, lucho, entre cráteres escamosos y picores. Hace frío. Con todo y
eso las lágrimas escapan libres sin darme cuenta, y no se congelan al caer al
suelo, sino que se disuelven junto con alegrías que creí únicas en un universo
donde el todo es más que palabras, y menos que miradas, pero equitativas a una
noche sin dormir, donde me come la piel el parásito que llevo años cargando.
Los estigmas personales, físicos y emocionales, hundidos en sonrisas, en
canciones, en versos. Necesito un complemento circunstancial de tiempo y otro
de olvido, con dos tazas de hidratación para mi piel, y miel para un mal sabor
de boca al verme en los espejos de mi casa en ruinas pero bien decorada. Deseados cuerpos de atenienses o espartanos,
luchadores en cuerpo y alma del areté;
envidia de mis soles por sus pieles brillantes. Si pudiese copiar y pegar mis
estigmas lo haría en otra vida, cuya carpeta se pueda olvidar en confines de un
disco duro irreparable y descontinuado. Pero no es fácil adaptarse cuando hay
tanta belleza en el mundo y sabes que jamás serás parte de aquella belleza
física de la tierra. Pero eres bello en el cosmos de tu mente, donde navegas en
las estrellas y galaxias, únicas de tus mundos; con los seres que ven lo lindo
en tu persona y que intentan quitarte esa venda de los ojos que te impide ver
más allá de aquella piel inestable, gastada, y triste; que no define quién eres
realmente. Y que nunca lo hará.
martes, 8 de octubre de 2013
Cotufas
Hablando
todos sobre el futuro
Concordamos
en una cosa
En
miles
Que
las palabras desahogan y nos hacen sentir menos solos
Que
los golpes vienen sin aviso
Que
los libros quieren ser leídos
Y
las aves no se rinden en su cantar
Concordamos
en que nada es sutil
Pero
tampoco tan rudo
Concordamos
que no sabemos comunicarnos cuando lo necesitamos
Mi
cantar, tu cantar, mis dudas no son las tuyas
Nuestros
momentos en realidad son sólo míos
Hablando
sobre el pasado nos estancamos
Como
en un charco de lodo
Como
en arenas movedizas
Como
una madre regañona
Y
no sabemos soñar cuando lo necesitamos
O
escribir cuando queremos soltar ríos de amargura
Ni
cantar en lugares extraños
Donde
la gente piense que estamos locos
Revientan
las palomitas de maíz en mi cocina
Y
concordamos que no queremos comerlas
Como
un inesperado frío abrazador
Mis
palabras salen a flote y cortan como una navaja
Tus
risas encantadoras
Que
se esparcen en mi memoria
Cuando
trato de olvidar las cosas buenas
En
las que uno sueña a veces
Mientras
nos perdemos del verdadero paraíso
Se
me queman las cotufas
Mientras
pienso que quiero vivir de las palabras
Y
que me siguen empapando de riquezas
Porque
las alcanzo día a día
En
lugares menos esperados
Donde
concordamos en el momento perfecto
Entre
risas y risas y risas
Con
muchos besos también
Entonces
decido enojarme
Porque
no sé de donde sale esta felicidad
¿Debería
dejarme llevar?
No
debería preguntar sandeces
Porque
aun no nos hemos amado como es debido
Supongo
que en eso concordamos también
Se
me quemaron las cotufas
Mejor
les echo sal.
martes, 24 de septiembre de 2013
Mata Dragones
San Miguel Arcángel. |
jueves, 19 de septiembre de 2013
El Soldado Médico (Primera parte: El águila Dorada)
Miguel Suarez estaba en pleno campo de batalla haciendo lo que estaba destinado a hacer desde el momento en que nació: Salvar vidas. Miguel era un soldado médico, y en plena quinta guerra mundial se ubicaba en lo que quedaba del territorio que antes recibía el nombre de Argentina. Las grandes Águilas, (el nombre que recibía el enemigo) contraatacaban con toda su artillería a lo poco que quedaba del continente sudamericano. Con sus armas nucleares destruyeron ciudades enteras y con sus soldados genéticamente alterados ganaban todas las batallas a kilómetros de donde Miguel se encontraba.
miércoles, 11 de septiembre de 2013
Yo me quedaré
No hay que pensar mucho en lo terrible que a veces resulta amar. Los desvaríos del tiempo nos hacen cambiar ante las posibilidades que tenemos de la interpretación confusa de todos nuestros sentimientos. Lo mixtos que son, lo diferentes que se presentan en cada ser vivo. Y el amor no debería ser confusión, porque no deberíamos perder nuestro tiempo en algo que jamás entenderemos. Nada es para siempre perfecto ante nuestros ojos engañados. Y es hermoso ser engañado a veces, pues la puerta de la ilusión se abre ante posibilidades. La madurez viene de lo mucho que hemos imaginado y lo poco que logramos por miedo. Y nuestras visiones se mejoran, al igual que nuestros pensamientos, de ahí comienza el cambio que esperamos. Hay que chocar con todos los postes para pensar en cosas adecuadas, para crecer ante los percances desprevenidos del amor. No lo tomemos como un veneno, no debería ser así. Debería ser la cura de nuestros corazones podridos por la rutina. Y lo es, pero tomar mucho de la cura puede resultar hasta dañino: Luego la cura se hace veneno. Quédate y veremos si morimos al beberla, el tiempo dirá cuando tengamos que besarnos nuevamente,
Porque decidí quedarme
Junto a tu sombra.
miércoles, 28 de agosto de 2013
martes, 6 de agosto de 2013
La Última Carta Solitaria
"Cómo corro en mis sueños para alcanzarte, mientras tus fantasmas me persiguen por todo el pueblo. Miro para atrás y veo las sonrisas que me has dedicado a lo largo de los años, muchas de ellas falsas (Eso supone mi mente insegura y amarga), y veo que no reflejas ninguna compasión por lo que escribo en mis desoladas tardes de verano, cuando me siento en mi recámara a pensar en tu rostro y a dedicarte cartas de amor ridículas. Pero añoro tu rostro, por mucho que me queje, porque no he visto nada más hermoso en este mundo, nada más bello puede existir después de tu sonrisa; ni siquiera los atardeceres que disfruto mientras leo en soledad, ni siquiera los arcoíris que me saludan cuando llueve mientras las gotas de lluvia mojan mis libros cuando estoy en la intemperie, leyendo historias, algunas escritas por personas ajenas a mí, muchas otras creadas por mi persona, inspiradas en tu cabello, en tus ojos, y en los años en que anduvimos por las tierras prohibidas, amándonos como bestias, sin importarnos absolutamente nada.
lunes, 5 de agosto de 2013
Tengo que remar mis propios ríos
Trato de no pensar en los desvaríos de mi mente llena de pensamientos que a veces amo y a veces detesto, como la naturaleza que es hermosa y casi artística, pero cuando se enfurece todos le temen a su poder. Y me encuentro escribiendo palabras que a veces no sé si serán leídas por el mundo, aunque no me importe tanto, mientras pueda soltar aquellos sentimientos que en mi mente juegan una partida de ajedrez interminable, y siempre me terminan haciendo el jaque mate cuando menos lo espero, y las derrotas emocionales comienzan siendo ya costumbre en el espacio que tengo reservado en mi mente para mis propias historias. No pienso en rendirme, ante la necesidad de que el arte fluya por mis venas como lo hace mi sangre, que a veces se vuelve espesa con el tiempo, porque va muy lento, en ocasiones, cuando mi corazón no se pone de acuerdo con mis pensamientos y no hallo la forma de botar las palabras.
Siempre fui malo con el habla, se me hace más sencillo escribir. Aunque en ocasiones acumulo tantas letras en mi lengua, que se crea un mar de sentimientos en mi boca, como una gotera que poco a poco va llenando un barril; el barril se desborda y todas esas palabras se dan a conocer, ya sea de buena o mala manera. Pero siempre termino solo en mi habitación escribiendo cosas tontas, algunas serias, otras brillantes, o por lo menos eso dicen; y sé que pensar tanto en aquello que uno siente distante (el futuro) es el martirio del hombre hoy en día; en especial para los más jóvenes, cuyo futuro muchas veces se ve obstruido por rocas, o inclusive distancias que separan nuestros sueños de la realidad, y que hay que remar a veces, por días, meses, o años, pero siempre tenemos que buscar el río y cruzarlo, o por lo menos así lo veo. Sin importar que la corriente nos moje un poco, pues el sol siempre estará allí para secar nuestras vestiduras. Hoy en día, lo mejor que puedo hacer, es sonreír, y seguir remando en este río tan complicado llamado “La Vida”.
lunes, 22 de julio de 2013
Domingos de Recuerdos
Mis domingos son para recordar tu cuerpo desnudo,
acostado en mi cama esperando caricias.
Mis domingos se han vuelto fantasías sexuales,
en las que me cuesta despertarme a veces, de tu infinito sueño.
En mi cama quedó tu aroma a deseo
y en mi almohada quedaron tus lágrimas de perdón.
en las que me cuesta despertarme a veces, de tu infinito sueño.
En mi cama quedó tu aroma a deseo
y en mi almohada quedaron tus lágrimas de perdón.
Mis domingos se han vuelto interminables
porque se llenan de recuerdos que creí haber escondido.
porque se llenan de recuerdos que creí haber escondido.
El deseo que me provocas,
lo mucho que sudo cuando recuerdo tus piernas.
lo mucho que sudo cuando recuerdo tus piernas.
Los detalles de tu cuerpo los descifro,
hasta con los ojos cerrados.
hasta con los ojos cerrados.
No quiero que acabe este día
porque sólo así quiero recordarte.
porque sólo así quiero recordarte.
En mis domingos ya no me importa el daño causado,
te recuerdo siempre como un momento feliz en la semana.
te recuerdo siempre como un momento feliz en la semana.
En cada domingo que pase.
En cada suspiro que de, después de haber acabado con mis fantasías.
Y cada vez que sienta tus lágrimas en mi almohada.
En cada suspiro que de, después de haber acabado con mis fantasías.
Y cada vez que sienta tus lágrimas en mi almohada.
En la semana entera creamos momentos,
pero los domingos son para recordar,
lo felices que hemos sido,
lo feliz que me he sentido...
... Siempre a tu lado.
pero los domingos son para recordar,
lo felices que hemos sido,
lo feliz que me he sentido...
... Siempre a tu lado.
R.A.V.
miércoles, 3 de julio de 2013
Cócteles de Soledad
En un bar de la ciudad, dos amigas se encontraban hablando, mientras compartían unas bebidas. Amelia y Fabiola. Fabiola contaba felizmente lo bien que le iba en su relación de ocho meses y lo mucho que estaba enamorada, mientras que la desafortunada Amelia secretamente la envidiaba, pues esta no era muy suertuda en el amor.
miércoles, 12 de junio de 2013
Hoy Pienso...
Hoy
Tu existencia es la prueba más fiel de que existo
Y existo en los mares de mis pensamientos que antes daba por
solitarios
Pero solitarios eran los versos que compartía mientras
pensaba
Y pensaba que el cariño jamás saldría de mi pecho oprimido por
la soledad
La soledad ahora sólo es un recuerdo del que no quiero saber
más
Y los sabios saben lo
duro que es amar en estos días
Días de invierno, de otoño, de primavera
Y la primavera llega todos los días
Los días en que te veo, los días en que te beso
Beso que siempre quiero repetir, en un ciclo infinito de
ternura.
miércoles, 5 de junio de 2013
¿Por qué este niño me habla de muerte?
Mientras me alejaba de mis pensamientos tormentosos de este domingo, miraba el cielo nublado de esquina a esquina, la luz tenue que había en los rincones de la residencia en donde hoy en día vivo daba un ambiente prefecto para disfrutar de una lectura al aire libre, para despejar mi mente de pensamientos basura. Estaba yo inconforme con los lugares para estar mientras leía. Probé asientos de concreto que me dejaron muy inconforme, y en uno de esos cambios de lugar me topé con un par de niños que, a mi parecer, estaban peleados. Por las escaleras se escuchaba su discusión, y por lo que pude llegar a entender de aquel infantil drama, el niño más pequeño quería estar cerca del niño más grande, pero este último no quería estar con el niño más pequeño ni jugar con él, porque según este brabucón, el pequeño era un “webon”. Aquella pelea me causó mucha risa, por el simple y malévolo hecho de ver a niños tan pequeños decir palabras obscenas. El niño pequeño se terminó alejando del grande y se sentó junto a mí, mientras yo leía un capítulo de “Por Quién Doblan las Campanas”.
-¿Qué es eso?- me preguntó el niño.
viernes, 24 de mayo de 2013
Mi Almohada y mis Poemas
Qué manía mía la de obsesionarme con tu aroma. Un recuerdo que viene solo, como las memorias que no podré compartir contigo nunca más. Me pongo de rodillas en el frío cuarto que hoy en día refleja lo que ha sido de mi vida. Cómo lloro ante el recuerdo de nuestras risas en la cama. Pero me calmo cuando huelo mi almohada, que aún conserva tu aroma y parte de tu vida, la vida que dejaste atrás, atormentándome en silencio. Mis poemas y poemarios gritan por ayuda pues ya no hay nadie quien los lea; quien los lea llorando, ni sonriendo. Ya no hay quien se emocione con mis filosóficos versos. Por las mañanas lo único que me calma es el café. Por las tardes ninguna de mis historias me convence. Pero las noches se vuelven mares, océanos, donde nadan peces que me traen recuerdos de tus labios suaves, de la calidez de tu pecho y del amor que tú un día me brindaste. El amor que un día me brindaste me dejó marcado. El amor que un día me brindaste es el creador de miles de versos que no paran de hablar de lo feliz que creí que era. Son aquellos versos que narran nuestras vidas como fieles conocedores del mundo y del amor.
miércoles, 1 de mayo de 2013
No se cómo mirarte a los ojos
Mis maneras de verte son contadas hasta mil, porque al principio mis ojos no sabían cómo buscarte.
El rastro de un animal volador, el águila que huye del cazador, las nubes que ocultan el dolor en el cielo de tu mirada.
Y mis ojos a veces se cansan de ser engañados por tu espejismo, entonces tengo que diferenciar la realidad de mis fantasías húmedas.
No te sientes en la mesa que a mi lado se encuentra porque no podré evitar mirarte.
No pienses nunca en saludarme porque me cegaré ante tus miradas coquetas.
Encontraré mil formas de mirarte, pero ninguna directa a tus ojos, porque su profundidad me debilita, porque su oscuridad me envuelve por completo.
Los hombres antiguos debieron haber venerado tu mirada y las mujeres cantaron canciones sobre su resplandor.
Encontre la manera de callarme la boca cuando mis suspiros dejaron de ser de alegría, y tus ojos dejaron de ver mi cara, y los míos dejaron de ver luz.
lunes, 4 de marzo de 2013
La importancia del dolor
Uno se da cuenta, después de un tiempo, que sin el dolor la vida sería aburrida. El dolor emocional nos daña, nos produce tristeza y nos desanima, nos enferma y nos deprime, pero si no hubiese dolor en nuestro mundo ni tristeza, no pudiésemos comparar la felicidad con nada más, y no viésemos lo importante que es, y no apreciaríamos cada minuto, cada respiro ni cada momento de esta. Así sea poco, así sea por un minúsculo momento. Pues pienso que un segundo de felicidad puede opacar muchas horas de profunda tristeza. Y para saber cual es la verdadera y más pura faceta de la felicidad, tenemos que a veces pasar por un dolor que parece interminable.
jueves, 28 de febrero de 2013
Palabras para una nueva idea: "La historia de Sebastián"
Sentado en su solitaria cama, Sebastián abre su libreta de notas recién comprada en la tienda de la esquina. Y, siguiendo los consejos de su terapeuta, anota lo siguiente:
“No teníamos idea de cómo empezar el día, así que simplemente nos enamoramos.”
...
domingo, 17 de febrero de 2013
La guerra terminó en empate.
Me alegro mucho haberte cazado. En el más oscuro de los bosques de mis pensamientos. En el continente alejado de lo que debería ser correcto.
Empuñé mi cuchillo, afilé mi espada. Preparé mis flechas para la batalla. No se si caíste en mi red o si yo caí en la tuya. Quizás nos atrapamos mutuamente. Quizás ambos ganamos la guerra.
La paz, la calma, la alegría después de la lucha. Llueven flores blancas para los bandos victoriosos.
Amor, felicidad. Son sinónimos de grandeza. Nuestros ojos se buscan en el polvo, dejado por la muchedumbre. Y en las batallas que nos quedan por librar seremos un solo ejercito, un solo bando, un solo ser.
Empuñé mi cuchillo, afilé mi espada. Preparé mis flechas para la batalla. No se si caíste en mi red o si yo caí en la tuya. Quizás nos atrapamos mutuamente. Quizás ambos ganamos la guerra.
La paz, la calma, la alegría después de la lucha. Llueven flores blancas para los bandos victoriosos.
Amor, felicidad. Son sinónimos de grandeza. Nuestros ojos se buscan en el polvo, dejado por la muchedumbre. Y en las batallas que nos quedan por librar seremos un solo ejercito, un solo bando, un solo ser.
lunes, 11 de febrero de 2013
Puntos Suspensivos (¿Y si me ahogo?)
Me acerco cada vez más a ti.
A tu cuerpo.
A tus labios.
A tu ser desnudo.
Pero tu alma parece tan lejana...
Tan asocial a la mía.
Me preocupa poder alcanzarla, sentirla
Y que luego me la arrebates sin piedad alguna.
El mundo dice que vale la pena intentarlo...
Me refiero a tocar tu alma.
Ya he muerto mil veces en mil mares, un poco de agua no me hará daño.
Y si me ahogo...
Espero que estés ahí para salvarme.
Y si no estás...
El mar me dará la fuerza para nadar hasta la orilla...
Completamente solo.
miércoles, 23 de enero de 2013
La brisa nocturna de Puerto Ordaz.
Lo que es un placer para uno es algo absurdo para otro. Yo, por ejemplo, disfruto sacar mi cabeza por la ventana del bus de mi universidad, en especial por las noches de estudio. La brisa nocturna, las luces de mi ciudad, el ruido de los autos que pasan a toda velocidad ante mi mirada que reluce y se emociona como la de un niño. Sueño que mis ojos son una cámara de video, y trato de filmar las mejores tomas posibles para la película de mi vida; y así, al llegar a casa, antes de irme a dormir, poder reproducir cada toma y alejarme hacia mi soledad y mis sueños agridulces.
martes, 15 de enero de 2013
Cómo me gusta ser envenenado
Te iba a invitar un café. La ciudad me abrumaba con su terquedad y la multitud no dejaba que viese tu rostro lleno de soledad. El humo tóxico de la ciudad para todos es como el oxígeno, para mí es aire podrido, pero me alegró escuchar tu voz entre la jauría. Te busqué como un loco en esta pequeña ciudad, que muchos llaman pueblo abandonado. Mi búsqueda del tesoro perdido. Una recompensa que huye sin saber por qué, o que simplemente se esconde de mí porque nadie merece sus riquezas.
jueves, 3 de enero de 2013
Las noches en mi celda
Trato de no pensar en los gritos de afuera. No solo son los gritos, también escucho golpes y alaridos de animales. Ya no sé qué tiempo tengo aquí encerrado; perdí la cuenta de los días, de las horas. Me alimentan, me bañan, se aseguran de que esté en buenas condiciones. Lo han hecho por un largo tiempo. No lo entiendo. ¿irán a matarme? ¿Formaré parte de aquellos gritos y alaridos que escucho a lo lejos, afuera de mi celda? Siento como si me preparasen para algo.
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